los ÚLTIMOS PASTORES DEL NORTE SIBERIANO
Día 01 [05 DICIEMBRE, 2025]
Tras recogeros en el aeropuerto, desayunaremos todos juntos y alquilaremos la ropa técnica y los sacos de dormir necesarios para las temperaturas bajo cero. Después, cogeremos el transporte especializado que nos llevará hasta la tundra. La nieve puede llegar a ser muy profunda por lo que necesitamos un vehículo que pueda atravesar el paisaje helado.
Pasaremos varias horas en la carretera que nos llevará hasta el asentamiento de la familia con la que conviviremos durante los próximos días. Por el camino, y si el tiempo lo permite, pararemos a comer en estaciones de servicio dedicadas a la extracción de petroleo, donde podremos empezar a sentir el cosquilleo de la aventura.
Los asentamientos se encuentran en lugares de dificil acceso, ya que las familias van cambiando de ubicación cuando lo consideran necesario. Por eso contaremos con la presencia de un conductor experimentado y teléfonos por satélite que nos ayudarán a encontrar la localización exacta del lugar al que vamos.
Las comunidades son pequeñas y suelen constar de dos o tres casas cónicas llamadas “chum”, en cada una de las cuales conviven miembros de una misma familia. Nos repartiremos entre las diferentes viviendas, dejaremos nuestras mochilas y después de la cena, nos iremos a dormir.
Días 02, 03, 04, 05 [06 / 09 DICIEMBRE, 2025]
Durante los próximos días nos dedicaremos a convivir con los diferentes miembros de la familia, siguiendo sus actividades diarias y aprendiendo más sobre su cultura. Comeremos los platos típicos, que incluyen sopas, carne o buñuelos de pescado y beberemos tés locales, aunque también dispondremos de otros ingredientes -como verduras, fruta o pasta- que habremos traído con nosotros desde Salekhard.
Durante el día podremos ir a pescar, pastorearemos las manadas de renos usando trineos tirados por motos de nieve y disfrutaremos aprendiendo más sobre sus técnicas de caza. Podremos ayudar a las mujeres a cocinar, e incluso presenciar el sacrificio de algún animal. Los grupos étnicos de la tundra son famosos por comer la carne cruda de sus renos, así como por beber la sangre de los mismos, mezclada en ocasiones con vodka; se trata de una buena manera de mantener el cuerpo caliente cuando estás a temperaturas bajo cero. Aquellas personas que lo deseen pueden unirse a este ritual y probar uno de los platos más únicos que pueden encontrarse.
Nuestra idea es poder sumergirnos en la vida de las familias, siguiéndoles en sus quehaceres y participando, cuando sea posible, en su estilo de vida. Las actividades que realizaremos estarán supeditadas a las necesidades de las familias y a las condiciones climáticas, y pueden incluir la posibilidad de participar en una migración (Durante este proceso, los chums son desmantelados y cargados en trineos tirados por rebaños de renos para ser llevados a una nueva localización).
Si el tiempo lo permite, durante el día participaremos en caminatas y actividades por la tundra, mientras que durante las comidas entraremos al chum para calentarnos, reponer energías y tomar la comida y la bebida local.
A la hora de dormir compartiremos el único cuarto que tiene el chum con el resto de miembros de la familia. Pondremos nuestros sacos de dormir sobre las pieles de reno que aíslan el suelo de la nieve, y pasaremos la noche calentitos hasta que nos despierte el desayuno del día siguiente. También podemos aprovechar la oscuridad para admirar algunos de los cielos estrellados más especiales que veremos en nuestras vidas, y si tenemos suerte, presenciar las coloridas auroras boreales en mitad de un paisaje de ensueño.
Día 06 [10 DICIEMBRE, 2025]
Nos despertaremos temprano para aprovechar la luz del amanecer y disfrutar de nuestro último desayuno con la familia. Después de despedirnos, tomaremos de nuevo el vehículo especializado y pondremos rumbo a Salekhard. Una vez en la capital, cenaremos todos juntos recordando los momentos vividos. Después de tantos días en la tundra agradeceremos la ducha caliente y la cama que nos esperan.
Día 07 [11 DICIEMBRE, 2025]
Es hora de volver a casa. Dependiendo de la hora a la que salga nuestro vuelo es posible que podamos dar una vuelta por la ciudad. Os llevaremos al aeropuerto y ahora si que si...
¡Nos despedimos, hasta la próxima aventura!
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